Atxurrako Kobie

Localización: Berriatua, Bizkaia.
Cronología: Paleolítico superior, magdaleniense
Coordinación: Diego Garate Maidagan
Grupo de investigación: Actividad Gráfica Prehistórica.

La cueva de Atxurra (Atxurrako kobie) es el paradigma perfecto de los hallazgos efectuados en el País Vasco durante la segunda década del siglo XXI, que han llenado el “vacío” de arte parietal paleolítico que existía en la región. A pesar de ser conocida desde 1882, cuando la entrada de su nivel inferior, conocido como Armiña, fue abierta por las obras de la carretera entre Markina y Lekeitio, e intensamente visitada por espeleólogos y turistas, su conjunto rupestre no se identificó hasta 2015.

El yacimiento arqueológico de su boca superior, único acceso abierto durante la Prehistoria, fue excavado por J.M. Barandiarán entre 1934 y 35. Los primeros restos de la galería inferior -Armiña- se descubrieron por A. Gálvez-Cañero en 1913. D. Garate, acompañado de J. Rios-Garaizar, comenzó un proyecto de revisión en 2014. En 2015 y en el marco de dicho proyecto, D. Garate e I. Intxaurbe descubren un impresionante conjunto de arte parietal en sectores de difícil acceso, a más de 200 metros de la entrada, que ha sido objeto de un estudio interdisciplinar entre 2016 y 2020 financiado por el Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Bizkaia.

Vista de la galería principal de Atxurra (Atxurrako Kobie)
Vista de la galería principal de la caverna, con el sector J, conocida como la “Repisa de los Caballos” a la izquierda. Fotografía de X. Gezuraga.
Vista acceso sector C .Alcoba de los Zarpazos de osos
Vista de las dificultades de acceso al sector C, conocida como la “Alcoba de los Zarpazos de oso”: es necesario escalar por una peligrosa cornisa a 6 metros de altura. Fotografía de I. Intxaurbe.

Atxurra alberga el conjunto parietal con más figuras animales de la Comunidad Autónoma del País Vasco. El grabado es la técnica más usada, pero también se documenta el uso de pinturas negras hechas a carbón y ocre rojo. El animal más numeroso dentro del repertorio es el bisonte, seguido muy cerca por las cabras. También observamos caballos, ciervas, ciervos, un uro y al menos una figura con características de oso y reno. Completan el repertorio trazos no figurativos más o menos complejos, pero entre los que es difícil observar algún signo abstracto convencional (quizás un posible claviforme). Finalmente existen unas efímeras manchas de color rojo en las zonas decoradas, que podrían estar relacionados con el tránsito de personas del Paleolítico que tuviesen su cuerpo y su vestimenta teñida de ocre.

Algunas-evidencias-localizadas-enlos-sectores-decorados-de-la-cueva-de-Atxurra
Algunas evidencias localizadas en los sectores decorados de la cueva de Atxurra. A) Fragmento de carbón de madera; B) buril diedro de sílex; C) falange de ursus sp.; D) impronta de mano en arcilla patinada. Montaje de M.Á. Medina-Alcaide.

Asimismo, se ha descubierto un importante contexto arqueológico al pie de los paneles, con elementos provenientes de la iluminación prehistórica -carbones desprendidos de antorchas, pequeños hogares y una lámpara de arenisca- o usados para la ejecución de los grabados -herramientas de sílex-. Esto ofrece una información que trasciende a la obra de arte acerca de los autores, su tecnología o cronología. Esta se ha estimado en el Magdaleniense superior -entre 12.300 u 11.700 años- a partir de la comparación estilística con piezas de arte mueble, y confirmada por dataciones C14 AMS de los objetos localizados al pie de los paneles. Se conocen conjuntos similares a Atxurra en la cornisa Cantábrica y en Francia. En la cueva de Ker-de-Massat -vertiente norte de los Pirineos- existe una disposición iconográfica muy similar a la del panel principal, a más de 300 kilómetros de Atxurra.

Ciervas grabadas en la composición de la Repisa de los Caballos.
A y B) Ciervas grabadas en la composición de la “Repisa de los Caballos”. C) ciervas grabadas en el panel principal de la cueva de Sovilla (Gonzáez Sainz et al., 1993) D) ciervas grabadas en uno de los paneles principales de la cueva de Ker de Massat (Barrière, 1990).
Restos de un fuego datado en el Magdaleniense superior.
Restos de un fuego datado en el Magdaleniense superior, debajo de un panel decorado: se observan restos de carbones de madera, ceniza y arcilla rubefactada. Fotografía de D. Garate.