Cueva de Chufín

Localización: Puentenansa, Cantabria.
Cronología: Paleolítico superior, gravetiense y solutrense
Coordinación: Diego Garate Maidagan
Grupo de investigación: Actividad Gráfica Prehistórica.

La cueva de Chufín (también conocida como “del Moro Chufín”) se encuentra en el municipio cántabro de Rionansa, en un farallón orientado hacia el Noroeste dominando el antiguo curso del río Lamasón, muy cerca de su confluencia con el río Nansa. Hoy en día ese valle lo ocupa el pantano de Palombera, cuya construcción inundó parte de su desarrollo endokárstico, generando un lago artificial en su parte final. El arte paleolítico se descubrió en 1972 por Manuel de Cos Borbolla, sus hijos y el guarda del embalse, Primo González.

Vista del panel principal del fondo de la caverna Chufin.
Vista del panel principal del fondo de la caverna, con varias representaciones abstractas (barras, trazos pareados, etc.) y figurativas (caballos, uro y una posible representación femenina). Fotografía de D. Garate.

El conjunto rupestre fue estudiado por M. Almagro-Basch, quien publicó la primera información referente a sus grafías pictóricas (los calcos fueron obra de P. Saura). La excavación del vestíbulo se encomendó a V. Cabrera y F. Bernardo de Quirós, quienes localizaron (al menos) un nivel Solutrense superior (bien datado por C-14, y con industrias características), y un nivel inferior menos diagnóstico. Desde 2021 estamos desarrollando un proyecto de investigación, dirigido por Diego Garate, que consistirá en la realización de dos sondeos en la entrada y una revisión arqueológica de los sectores interiores.

Cueva de Chufín
Vista de los trabajos de excavación al pie de los paneles exteriores de la cueva. Fotografía de D. Garate.

Su desarrollo interior es sencillo, apenas conformado por una galería de unos 40 metros de desarrollo, contando tan solo con un laminador al inicio y unas repisas en su zona final. Está previsto realizar una exploración espeleológica intensiva, para ver si pudieran existir vestigios prehistóricos más allá del lago. En cuanto al arte parietal, la cueva cuenta con un singular conjunto de grabados exteriores, en los que se reconocen figuras de ciervas y probables bisontes, muy similares a los de otras cuevas de la región (sobre todo en el valle del Nalón, en Asturias). Existe también un conjunto interior caracterizado por figuraciones rojas abstractas (puntuaciones, trazos pareados, barras), animales de formato muy sumario y grabados de caballos, bisontes y varios indeterminados. Todo el conjunto parece encuadrable en momentos antiguos del Paleolítico superior, si bien es necesario una revisión más profunda de algunos de los motivos para poder caracterizarlo mejor.

Trabajos de prospección efectuados en el fondo de la caverna.
Trabajos de prospección efectuados en el fondo de la caverna, con la localización de numerosos vestigios arqueológicos en superficie. Fotografía de I. Intxaurbe.

La primera campaña de estudio ha permitido documentar un extenso contexto arqueológico interno, compuesto por múltiples evidencias (carbones, ocre, huesos animales y humanos, industria lítica en sílex y cuarcita), reflejo de un intenso uso durante en la prehistoria. En el vestíbulo se confirma la presencia de una ocupación Solutrense superior gracias al hallazgo de un fósil director (una punta de retoque plano).