Localización: Camargo, Cantabria
Cronología: Paleolítico medio y superior
Coordinación: Miguel A. Sánchez Carro y Viola Bruschi
Grupo de investigación: Geoarqueología y Caracterización de Materiales Arqueológicos
El Pendo y El Juyo. Estudio geológico y geomorfológico.
Los estudios de tipo geológico y de evaluación de procesos activos son herramientas adecuadas para la definición de áreas de protección en cavidades con yacimientos arqueológicos. Adicionalmente complementan y se integran con las áreas BIC definidas. Los primeros estudios se realizaron en la cueva de Altamira, donde se delimitaron áreas de protección total y estructural por criterios geológicos, que constituyen áreas en las que la actividad antrópica está prohibida.
Esta metodología se ha aplicado en El Pendo y El Juyo. El objetivo es evaluar, desde un punto de vista geológico y geomorfológico, las zonas en el entorno próximo en las cuales se desarrollan procesos que directamente repercuten en las cavidades. Por ejemplo, si una cavidad forma parte de una cuenca endorreica, dicha cuenca es un elemento de máximo interés e importancia en la protección de la cavidad. Cualquier modificación de carácter antrópico realizada en la zona de captación de agua de la cuenca, tarde o temprano tendrá consecuencias en la modificación de los parámetros hidrológicos e hidrogeológicos del sistema kárstico del que forma parte la cueva.
Este planteamiento es común para El Pendo y El Juyo, pues constituyen parte del aparato kárstico que recoge las aguas superficiales que discurren por una cuenca endorreica que se sume próxima al acceso a las cuevas. Debe destacarse, como diferencia importante, que las dimensiones de dicha cuenca son mayores en el caso de El Pendo.
Las unidades geológicas en el entorno de ambas cuevas son del Cretácico inferior (IGME, 2008). En El Pendo destacan la unidad de calizas del Bedouliense medio y la de lutitas y limolitas del Hauteriviense – Bedouliense inferior. El Juyo se encuentra en formaciones ligeramente más modernas, del Aptiense superior la unidad carbonatada y del Albiense inferior la unidad detrítica. Los dos casos son litológicamente similares, aunque debe remarcarse el carácter friable por la pobre cementación de las partículas que forman ambas unidades detríticas.
Como consecuencia de la reducida competencia de las unidades detríticas, la cuenca de drenaje presenta una elevada tasa de erosión, por lo que los sedimentos son acarreados dentro del sistema kárstico, al ser cuencas endorreicas. En ambas cavidades pueden identificarse enormes volúmenes de estos sedimentos que se arrastraron en pulsaciones ligadas a eventos torrenciales. Los estudios muestran que, según la tasa de sedimentación y relación Pb-Cs, la última entrada brusca de sedimentos en El Pendo tuvo lugar en 1983. En El Juyo, las excavaciones arqueológicas realizadas por Barandiarán en los años 80 del pasado siglo señalan también eventos similares.
